La mañana empezó con un rico y delicioso desayuno a las 9:00. En la mesa del comedor nos reunimos todos. Mis hermanos, mi padre y yo. Fue un compartir muy divertido ya que nos la pasamos contando anécdotas divertidas.
Pasado las 10:00 am. Mi madre se fue al mercado y cuando regresó, baje a ayudarla con las bolsas. Pero antes de subir, la abracé y le dije, ¨Feliz cumpleaños mi luchita, espero y la pasemos muy bien todos reunidos en la noche. Te diré que ya estas muy viejita¨. Mi mamá se río y me respondió. ¨Cumplo 55 años de vida y eso no me quita las fuerzas ni las ganas de seguir trabajando y luchando para darles lo mejor a ustedes¨. La mire y la volví abrazar y besar a mi madre.
Que cuento con esta anécdota? pues comento que estoy muy feliz y doy muchas gracias a mi Dios por haberme mandado una mamá que es un ejemplo a seguir. Trabajadora, alegre, entusiasta, responsable, respetuosa, amorosa, cariñosa, comprensiva. Y muchas virtudes más que tiene ella. En pocas palabras, soy afortunado de tener una madre así.
Luisa Avalos Vercelli |
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